El Senado D´Hont
¡Dicho queda! En este primer resumen del año, no hay duda: lo más visto esta semana han sido los post más “institucionales”. A nosotros nos parece de lo más normal. Ha sido la semana en la que se han constituido las Cámaras: senadores y diputados “habiendo acatado la Constitución han adquirido la condición plena de senadores”. ¡Enhorabuena!
Seguir una ceremonia en directo siempre es mucho mejor que verlo después por las televisiones, pero si además se trata de un acto como el inicio de una nueva legislatura en nuestro país es, sobre todo, un privilegio. No sólo es interesante desde el punto de vista de la escenificación del poder: lo es, especialmente, porque se palpa un ambiente, se siente a las personas que allí se reúnen y se aprecian de primera mano los sentimientos y sensaciones que flotan en el ambiente. No es lo mismo leer “emoción” que ver “emoción”. No es lo mismo contar los diferentes pasos que se fueron dando hasta completar la Mesa del Senado que ver a los senadores subir a depositar su voto en la urna una y otra vez. Incluidos aquellos que no podían físicamente hacerlo, como la senadora Virginia Felipe, a la que hubo que acercarle la Constitución para que prometiera su cargo, porque su silla de ruedas no permite subir escalones.
Así también lo han entendido nuestros seguidores que han hecho de este post el más visito en estos días. Está muy bien: a todos nos debería de interesar la mecánica parlamentaria. Nuestras leyes, la convivencia y el desarrollo de nuestro país se cuecen en estas instituciones.
La segunda entrada más vista ha sido aquella en la que explicamos cómo se calcula el número de escaños que corresponden a cada partido político según el número de votos obtenidos. Esta fórmula matemática -que no ley, como nos puntualizó una seguidora- asigna los escaños de la circunscripción electoral de forma proporcional para que la representación en el Congreso se ajuste a cada territorio. Discusiones al respecto hay miles: que si favorece a los partidos mayoritarios, que si no representa la realidad territorial… lo cierto es, que es la que se utiliza y mientras no se cambie, no está de más saber cómo funciona, ¿no?
Escena en el Congreso de los diputados; Siglo XIX. Eugenio Lucas Velázquez
¡Feliz semana a todos!