Elementos y decoración de la mesa (y II)
Elementos y decoración de la mesa (y II)
Además de muletón, mantel, platos y cubiertos en la mesa que vimos en la entrada de ayer, necesitamos también otros elementos. Nos faltan algunos imprescindibles para comer y otros, que si bien podemos no tener en cuenta, hacen, sin embargo, que el placer de compartir mesa sea mucho mayor. Nos referimos a los elementos decorativos.
Cristalería
Las copas -o vasos- deben ser de cristal transparente, incoloro y liso. Las piezas se colocan frente al plato, ligeramente hacia la derecha en el siguiente orden (de derecha a izquierda):
-vino blanco ,
-vino tinto
-y agua
La copa de cava, si hay que ponerla en la mesa, se coloca detrás, como en un a segunda fila, y entre la de vino tinto y agua. Nunca entre el resto de las copas.
Y no se ponen más copas: como máximo se montan cuatro. Si se van a servir licores tras el postre, se ofrecerán con el servicio de bebidas.
Antes, las copas tenían un tamaño que, de mayor a menor, era: agua, tinto y blanco. Pero la copa grande para vino, que es ya diferente para cada tipo de uva con la que esté hecho, se ha ido imponiendo. Si antes el tamaño ayudaba a saber el orden de colocación -de más alta a más baja- , ahora hay que sabérselo. Porque lo que no cambia es la posición de las diferentes copas. Sólo su diseño.
La copa de vino debe ser alta, sin tallar y sin color o decoración para poder apreciar todas las cualidades del vino. El color azul, por ejemplo, que se puso muy de moda, impide ver si un vino está turbio. Es el mismo caso que la copas talladas. Se empezaron a utilizar, precisamente, para que no se apreciara esta característica en añadas que no habían salido buenas.
Decoración
Este es un capítulo en el que, definitivamente,se ha impuesto la fantasía. La lógica y la armonía que decíamos al principio, brillan por su ausencia y la moda dicta sus normas: cuanto más mejor, dice la divisa.
Sin embargo, eso no significa que no se deba “alegrar” una mesa. Por supuesto que sí, y elementos propios tiene: flores, velas, objetos de cerámica o plata. Simplemente deberíamos tener en cuenta que:
-si ponemos flores frescas, que sean de las que no huelen para no enmascarar el sabor de la comida. Y que sean de poca altura para poder ver las caras de quienes tenemos enfrente. No se ponen flores artificiales. Como mucho, flores secas.
-Si se ponen frutas en la decoración, se debería colocarlas intercaladas con hojas verdes en recipientes, platos o piezas depositados sobre la mesa;
-si ponemos candelabros, recordar que sólo en cenas, con las velas siempre encendidas y sin olor;
-no se fuma en la mesa. El olor del tabaco enmascara el sabor de la comida. Si entre los comensales hay fumadores compulsivos y no queda más remedio que poner ceniceros –y siempre que la comida haya sido informal y no de gala o formal- se podrían poner a los postres;
-no se ponen palillos: NUNCA;
-si tenemos que poner tarjetas de identificación, las colocaremos entre las copas y el plato, ligeramente a la derecha o sobre la servilleta, si ésta está en el plato. Nunca sobre las copas. Debería ser retirada antes de iniciar el servicio;
-si necesitamos vinajeras, saleros o pimenteros debemos calcular uno por cada dos comensales –si las piezas son sueltas-.
Puesto de mesa de la cena de gala de entrega de los Premios Nobel: la tarjeta nominal la han situado sobre las copas.