Entradas al trapo

Esta semana pasada se nos han acumulado actos y fotos que nos provocan reflexiones o comentarios protocolarios. Para no dejarnos alguno en el tintero, hoy vamos a ver ese variadito de provocaciones:

Ángela Merkel en el Nuclear Security Summit 2014 en La Haya
¿Qué mirará la Canciller? ¿Pensará en lo original, bonito, feo, incómodo …. del sillón? Pensará, quizás en quién va a ser su vecino? ¿Estará pensando en adquirir uno para el saloncito de su casa?

Angela Merkel y David Cameron:
Que se ven mucho, es obvio; que tienen que hacerlo, también. ¿Qué van cogiendo confianza? Pues, claro: “el roce hace el cariño”, dice un refrán castellano, pero que posen para los gráficos con la cocina de fondo, ¿no es un pelín exagerado?

Obama contesta preguntas…
…y algún gráfico, para variar y como es su obligación, le vio el punto al florero y enfocó con tino: en la línea de las coronas, las luces a modo de halo o la trasera indiscreta.

Visita de Estado del presidente de China y su esposa a la República Francesa:
¡nosotros nunca pondríamos las banderas así! Bueno, o si, porque aquí cada uno hace con la enseña nacional lo que mejor le parece. Ni una institución, cuya obligación es protegerla, se corta un pelo a la hora de utilizarla en lo que piensa que le beneficia más: adelantando la europea, olvidando la nacional, usándola de textil decorativo…¡pasen y escojan!

Reunión del G7 en la Haya:
¿necesitan micrófonos en una mesa tan llena, nos han preguntado un par de veces? No, micrófonos no, pero traducción simultánea, si. Bien es cierto, que si tan necesaria es –y eso parece- ¿podían haber renunciado a flores, o a banderas? Pues si, es posible. Y habría quedado una imagen más limpia.

Angela Merkel en Gran Bretaña:
la alfombra roja es un símbolo. Indudablemente la asociamos con “glamour” y pensamos en los Oscars, por ejemplo; pero también es una pieza para resaltar y distinguir: a los novios en su camino al altar; a los reyes cuando se bajan del avión; a las autoridades que suben a una tarima…¡o que entran en Downing Street, aunque sea tan ridícula!

Carolina de Mónaco en el Baile de la Rosa:
ya hemos comentado unas cuantas veces en este blog que la etiqueta femenina es algo elástica. No porque no haya una indumentaria protocolaria, que la hay, sino porque la moda se impone mucho más entre las mujeres que entre los hombres. Pero, aunque Chanel haya presentado su colección “fit”, marcando la comodidad de sus prendas haciendo que las modelos las lucieses en zapatillas de deporte, es absolutamente obligado ponérselas para ciertos actos en los que sí se pide etiqueta.