Firmar no puede ser una tortura
Las firmas son actos protocolarios muy habituales. Lo hemos visto en la entrada sobre la firma en el Libro de Honor o sobre la firma de convenios.
Son actos sencillos incrustados en el guión o secuencia de visitas, inauguraciones o actos mayores, en el caso de las firmas en un libro de honor; o actos más complejos en el caso de las firmas de varios convenios por varios representantes, pero, en cualquier caso, deben ser preparados con esmero y detalle pues son una puesta en escena buscada con la intención de ser mostrada al público. Si no se tiene dicha intención, con una firma administrativa y en el despacho se valida también el convenio y no se monta ningún acto. Firmar en publico debería planificarse.
Así pues, analicemos bien la situación y cuidemos, una vez decidido que se va a «sacar a los medios», el detalle, la foto, la comodidad de los firmantes, la solemnidad de la ceremonia, el espacio escénico, la indumentaria de los protagonistas, su actitud… Todo es imagen y una imagen vale más que mil palabras…