Un partido de fútbol en la noche de luto
La noche del martes hubo partido de fútbol con polémica. Se jugó en el Estadio Azadi de Teherán el encuentro de la fase de clasificación para el Mundial entre las selecciones de Corea e Irán. Ganó Irán por un gol a uno. La fecha, que fija la FIFA, coincidió con una de las fiestas religiosas en Irán. La Ashura o Día de Ashura (del árabe: Yawm ʾĀšūrā’).
En esta festividad, que sobre todo se respeta entre la comunidad chií, se recuerda el asesinato del Imán Hussein que es para ellos el sucesor legítimo del profeta Mahoma. Según la tradición, el Imán, murió con sus setenta y dos seguidores en la batalla de Kerbala (Irak), fue decapitado y mutilaron el cuerpo. De hecho, en Kerbala está hoy el mausoleo del Imán. Los fieles peregrinan hasta el santuario autoflagelándose hasta sangrar.
La festividad de la Ashura se inicia este año a la caída de la tarde del 1o de octubre, es decir que el partido se jugó justo en plena noche de Tasua, que marca el comienzo del décimo día del Muharram, primer mes del calendario islámico.
Y es noche de luto, de tristeza y de pena. No se permiten demostraciones de alegría. El jugador que coló el único gol del partido -el delantero Sardar Azmuon- no se permitió ni la alegría de celebrarlo. Aunque no todos los iraníes sean seguidores de esta rama del Islam, hubo muchos fieles que llegaron hasta el cambo rezando y entonando cánticos religiosos. Las paredes estaban cubiertas de negro y durante un buen rato al inicio del partido se sustituyeron las banderas iraníes por banderas negras.
En las granas, división de opiniones, pero el negro lo cubrió todo. ¡Con lo poco que habría costado interesarse por las festividades del país! Claro, que en el mundo del fútbol hay otros valores y el supremo, el económico, puede con todo.
(Foto: Abedin Taherkenareh, EFE; www.chiite.fr)