Ponte en sus zapatos
Esta mañana terrible de duelo, todos estamos pendientes de las imágenes que emiten las cadenas de televisión. Desde el punto de vista del protocolo, deberíamos estar pendientes de analizar los detalles que nos son propios: banderas, ordenaciones, recibimientos, telegramas, asistencia a los políticos, organización, etc.
Sin embargo, es inevitable que se esté también pendiente de las personas: de sus gestos, dolor, abrazos, historías… Muchos seguidores nos preguntan sobre “dar consuelo”. ¿Es parte de nuestro trabajo? No. Es parte de nuestra obligación como seres humanos. Nuestro trabajo será el de facilitar ese “dar consuelo”. Del tipo que sea.
No se puede andar ni con racanerías, ni con estrechez de miras. Es momento de dar, de ofrecer, de facilitar lo que demande la persona que sufre. Es obligado -¡pena da tener que recordarlo!- ponerse en sus zapatos para entender qué requiere. Sin más. Con el dolor no se juega y no es momento de hacer política.
Y si el consuelo es espiritual, ¡como si tenemos que ponernos a bailar la danza de la muerte de la tribu de “vetetúasaber” del “últimorincóndelmundo”! Todo.
Nunca es mal momento, nunca hay que poner pegas, para dar el consuelo que alguien demanda.
(Turistas italianos asesinados en Túnez. foto AP/el País)