Real Orden de Damas Nobles… ¿cartesiana o del reloj?

22 febrero 2016

¡Quien nos iba a decir cuando subimos la entrada sobre la RO de las Damas Nobles de la Reina Maria Luisa que iba a ser un best seller? La entradas sobre las condecoraciones tiene su público y aunque ya no cuenten con el favor rendido que antes tenían, siguen siendo una forma de premiar el trabajo o los méritos de grandes personas. Se siguen otorgando y están en vigor: incluso nuestra orden femenina que tanto ha gustado entre nuestros seguidores y que con su TOP1 es protagonista hoy del titular de nuestro resumen semanal.

No quedan ya muchas Damas Nobles. Al no haberse concedido ninguna en las últimas décadas y dado que el tiempo pasa para todas, incluidas las Nobles Damas, sólo hay cuatro:
S.A.R. la infanta Alicia, duquesa viuda de Calabria y princesa de Parma, cercana a los 100 años de edad; SS.AA.RR las infantas Pilar, duquesa de Badajoz y Margarita, duquesa de Soria y Hernani y S.M. la reina Doña Sofía. (Algunas fuentes consultadas discrepan sobre si S.M. la Reina Doña Letizia es Dama Noble de la Reina María Luisa de facto o no).

(SAR la Infanta Alicia de Borbón-Parma y su nieto Rodrigo Moreno de Borbón)

Si os interesa saber qué damas pertenecieron a esta Orden, este es el enlace para consultar la larga lista y ésta, la entrada ganadora de la semana:

//protocoloalavista.com/2016/02/17/real-orden-de-damas-nobles-de-la-reina-maria-luisa/

La segunda entrada más vista -nosotros creemos que es más exacto decir consultada en este caso-, es la que explica qué dos sistemas podemos utilizar para ordenar comensales a una mesa: el sistema cartesiano y el sistema del Reloj. La entrada es de hace bastante tiempo y por ello no deja de sorprendernos, pero nos indica, a la vez, y eso nos halaga, que nuestro blog sirve de “libro” de consulta a quienes se interesan por las técnicas y herramientas que ofrece el protocolo. Aunque tengamos mala fama, y se nos tache de cursis y obsoletos, manejamos ciertos conocimientos que resultan muy prácticos en muchas más ocasiones de las que se uno se imagina. Ordenar invitados a una mesa para que se sientan todos a gusto, participen de ella y las conversaciones sean ágiles y amenas requiere sabiduría y conocer a los comensales pero, además, una pizca de técnica.
¡Ha sido una agradable sorpresa: nos sentimos muy honrados!