VI Jornadas de Protocolo de Yecla (I)
La semana pasada, entre los días 21 y 24 de abril, se han celebrado en Yecla las VI Jornadas de Protocolo organizadas por la Concejalía de Comunicación del Ayuntamiento de Yecla, con la colaboración de la Asociación Española de Protocolo y la Feria del Mueble de Yecla.
Esta edición llevaban el título de ”Protocolo y eventos en el siglo XXI” y Protocolo a la Vista ha participado en ellas y compartido experiencias, opiniones y análisis de nuestra profesión y del futuro que ese siglo XXI nos debería de traer. Como podréis ver en el programa (15programa6jornadas_protocolo) todas las ponencias han sido muy interesantes y aunque sea difícil resumir tanta información en un post, sí queremos que os podáis hace una idea de todo lo que allí se presentó y de todo lo que allí hablamos. Veremos hoy las ponencias del martes y del miércoles y mañana, las del jueves y viernes.
Sobre protocolo municipal versó la presentación de Josep Solá Parés, presidente de la Asociación Catalana de Protocolo y Relaciones Institucionales (ACPRI), y jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Terrassa. Josep hizo un repaso de la situación actual de los departamentos de protocolo en los Ayuntamientos y se mostró especialmente preocupado por el intrusismo en protocolo: “Creo que en muchos lugares se confunde al profesional de protocolo con la mano derecha del jefe (alcalde o presidente); el profesional tiene una visión mucho más amplia que no la concreta del personal de confianza”.
Con respecto a los actos propios de los ayuntamientos aunque la tendencia sean los grandes eventos con presupuestos altos, la crisis ha hecho que “estamos innovando mucho en la organización: hay muchos actos y actividades que se pueden hacer, y no necesariamente tienen que ser ni lujosos ni aparatosos. “Cree que la camino pasa por “involucrar más a la sociedad civil, en jugar con la sencillez y por valorar qué público tienes y qué posibilidades tienes tú”.Preguntado sobre el eterno problema de las banderas en los ayuntamiento, opina que “actualmente es más político que de simbología, al menos en Cataluña” y que “a veces en los actos es mejor no colocar ninguna bandera”.
Sobre protocolo y periodistas nos habló Juan Antonio de Heras Tudela, decano del Colegio de Periodistas de la Región de Murcia. Su ponencia ¿Es el protocolo el mayor enemigo de la noticia? Nos hizo reflexionar sobre el papel de los medios en los actos, pues parecen abocados a no entenderse y sin embargo, es una relación que debe cuidarse: ”Las relaciones entre comunicación y protocolo a veces son conflictivas. Gran error por ambas partes. En los actos se piensa muy poco en el periodista como profesional que está trabajando. Se le debe facilitar su labor y pensar que no disponen de todo el tiempo del mundo.” Ambos profesionales deben “hacer equipo”.
Juan Antonio se muestra preocupado porque la “estrategia peor trabajada en la organización de eventos, a la que se le dedica menor esfuerzo” sea la de “cómo voy a tratar a los medios”. Opina que se “deja para el final”, lo que conduce a “desatender a los medios”. Se quejaba de que “los actos públicos no están diseñados pensando en facilitar la labor de los medios, su estructura dificulta su tarea”. Recordaba al respecto que el periodista no es un invitado: está trabajando. Y si difícil es para el que escribe, más complejo lo es para quien fotografía: “para que la fotografía de nuestro acto tenga impacto informativo y refuerzo de marca hay que pensarla y organizarla muy bien”.
En contra de lo que sería primordial para ellos, “el protocolo deja para el final las intervenciones que tienen mayor interés informativo” lo que ha obligado al periodista en muchas ocasiones a levantarse “antes de la finalización de un acto o rueda de prensa, porque se alargan en exceso las intervenciones”. Nos recordaba, que desde el punto de vista informativo “lo más importante hay que contarlo siempre al principio. Hay que colocar nuestro mensaje en los tres primeros minutos de la intervención”.
En la jornada del miércoles, Carlos Fuente Lafuente, director del Instituto Universitario de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, habló del protocolo del rey Felipe VI. “El Rey Felipe VI desea un protocolo y un ceremonial sencillo, ajeno a los tópicos “usos de palacio” y que facilite la proximidad, y el cumplimiento de los objetivos de los eventos a los que pudiera asistir cualquier miembro de la Familia Real”. Explicó las diferencias entre la familia real de Felipe VI y la de su padre y la flexibilidad que se impone “nada es fijo, todo evoluciona”. “El protocolo que se aplica depende de la estrategia y del objetivo que se persiguen: marca “Casa Real” es la clave de esta estrategia. Cuando el rey asiste a un acto se aplica un protocolo mucho más libre y ligero: hay que armonizar los intereses de ambos, se quiere conectar con la realidad social y económica de nuestro país. Se busca siempre que el protocolo no genere situaciones de confrontación: que sea menos jerárquico que antes y mucho más comunicativo
Aseguraba Carlos que en protocolo se ha superado ya el problema del tratamiento a los consortes: se da el mismo a cada miembro de la pareja, sea hombre o mujer. Es especialmente visible en las cenas de gala en Palacio Real: la estricta observancia de la regla de hombre/mujer ha dejado de cumplirse.
Con respecto a los cambios más visibles, detalles en los que no fijamos los protocoleros, habló de etiqueta “los españoles buscamos reyes de cuento pero es un jefe de estado y “pide” otra etiqueta”, “la Casa Real practica un protocolo que acerca, que rompe con la imagen real que la sociedad tiene de un rey”; de saludos, “la forma de saludar al rey ya no es una cuestión para devanarse los sesos. Se saluda con respeto y punto”; de regalos, “no es obligatorio obsequiar al Rey con ningún detalle, en la medida de lo posible prefieren evitarlos, aunque se consideran una cortesía -unos 30 eu- y como tal se acepta. Si son perecederos, se ceden al banco de alimentos”; de presidencias y atriles: “ausencia de presidencias clásicas y tradicionales” y “atriles que no tienen que convertirse en barrera”; y de visitas del rey a alguna empresa en las Comunidades Autónomas: “el criterio sobre quien recibe está claro: los anfitriones”.
Después de Carlos le toco el turno a Diana Rubio Calero, consultora en comunicación política, protocolo y gestión integral de eventos, y directora estratégica de los eventos dedicados al Rey Fahd. Su conferencia “Protocolo social, indumentaria y protocolo real en Arabia Saudí” nos hizo ver lo poco que sabemos de Arabia Saudí y los muchos prejuicios que tenemos con respecto al país y a sus costumbres. Evidentemente, todo esto sin olvidar que no deja de ser un país con unas tradiciones muy alejadas de las nuestras.
Aun así, supimos que “en Arabia Saudí, y en Riad, concretamente, el uso del velo no es obligatorio para mujeres extranjeras no musulmanas, siempre que no vayas a visitar una mezquita, lugares sagrados para los musulmanes o que la policía religiosa -que aquí existe y está en los lugares más emblemáticos de la ciudad- te sugiera que te lo pongas”.
Diana, que vistió durante la presentación, la abaya que utilizó durante el tiempo que trabajó en Riad, nos pidió antes de empezar, que “abriésemos la mente” y tratásemos de comprender lo que nos exponía y contaba. Empezó explicando que el protocolo en Arabia Saudí se define por dos premisas: tradiciones y normativa y entre esta, la Sharia y el Corán y que los herederos a la corona se eligen en la Corte entre los hermanos del rey según el perfil y siempre que sean los familiares directos del rey Abdelaziz bin Saud o Ibn Saud, primer rey de Arabia Saudí desde el 22 de septiembre de 1932 hasta su muerte y fundador del estado moderno saudí.
A los hombres de la Casa real se les llama por su nombre, el de su padre, el del abuelo y el del bisabuelo separados siempre por “ben” o “bin” –“hijo de”- y rematado con “al Saud” que es el nombre de la familia.
El tratamiento es de Su Alteza Real para los que son príncipes herederos directos del fundador. Para el resto, sólo es de Alteza. Pero hay otros : sheik para sabios de la iglesia y terratenientes; emir, y su femenino amira, para los príncipes y princesas (hay unos 15.000).
En Arabia Saudí existe la segregación de sexos, lo hombres van por un lado y las mujeres por otro, por lo que hay una estructura similar y paralela a la de los hombres que rodea al rey, para las mujeres. Al frente está la hermana del rey. Pero en lo que respecta a las precedencias no hay duda: el rey siempre se sitúa en el centro; a su derecha, se ordena la familia real –por edad- y a su izquierda, los religiosos, también por edad. En los eventos siempre hay un maestro de ceremonias que da la bienvenida. Después un clérigo recita unos versos del Corán.
Sin duda, la indumentaria es algo que llama la atención: Diana proyectó fotos de la indumentaria de las tribus árabes en 1932 y las comparó con la de uso actual. Un oscuro recorrido, aunque también nos explicó que las abayas no siempre son negras. Otras piezas son el niqab, el hiyab, el burga…para las mujeres. Para los hombres: túnica blanca y pañuelo (gutra); en la cabeza el ogal y en las ceremonias, el bisht, que parece una capa.
En Arabia Saudí el protocolo social se cuida mucho: no falta la taza de café arábigo, espeso y aromatizado con canela, cardamomo y no hay recibimiento sin dátiles. En cuanto a los saludos, Diana explicó que cualquiera de las formas de saludo son iguales para hombres y para mujeres, pero no entre ellos. Hombres saludan a hombres; mujeres saludan a mujeres. Los hombres y las mujeres no se pueden tocar, pero un saudí a una mujer occidental le da la mano. A las mujeres se les da la mano y dos besos en la misma mejilla y si se tiene mucha confianza, hasta seis besos. Cuando se saluda a una persona a la que se tiene mucho respecto, se besa en la frente. Otro saludo de respeto entre hombres puede ser también un beso en el hombro.
No podía faltar la pregunta del millón: ¿qué opinas del velo que no se puso Michelle Obama? Diana nos dijo, que aquí nos sólo nos fijamos en ese asunto, pero que a ellos les resultó más descortés el color del vestido.
(Fotos: Delfina Marco, #6protocoloyecla y propias)