13/12/2016

Aguinaldo: una costumbre olvidada

Con la Navidad llegan, además de la consabida alegría, otras muchas palabras que durante el resto del año apenas se utilizan: entrañables fiestas, pavo, pandereta, villancico, paz… y aguinaldo.  A algunos puede que les suene un poco viejuno, pero antes era la estrella de la Navidad. Una palabra mágica. Sonaba a obsequio.

Aunque haya discrepancia en cuanto a su origen y así lo reflejen en la Fundeu, en España el aguinaldo era un regalo que se daba en Navidad a los trabajadores. Podía ser una cesta con viandas apetecibles o, según quien lo entregaba, algo de dinero. De hecho, en muchas empresas españolas se sigue utilizando el término en esta misma aceptación. No es una remuneración salarial -aunque nada indica que de la costumbre no pudiera derivar la extra de Navidad- pero si algo esperado como detalle típico de la fecha. No hace ni una semana que el Tribunal Supremo consideraba que la entrega de estas cestas de Navidad, si eran costumbre de tiempo en la empresa, es un derecho adquirido.

El aguinaldo lo pedían los niños a sus familiares -y así se sacaban unos duros extras- y lo pedían muchos otros grupos de profesionales a los que era difícil encuadrar en empresas y que veían que, o se ponían las pilas, o allí no había «extra» que valiese. Así pues, carteros, barrenderos, cocheros, floristas, botones, serenos o lecheros iban de puerta en puerta, felicitando las fiestas a los vecinos y extendiendo la mano para que se les diera un aguinaldo. A cambio dejaban una tarjeta pequeña, una estampa, para que constara que no era por pedir.

En algunos países latinos , un aguinaldo es un villancico de Navidad y, en otros, una planta que florece por Pascua. Así lo dice la RAE:

aguinaldo
De aguilando (Quizá del lat. hoc in anno ‘en este año’)

  1. m. Regalo que se da en Navidad o en la fiesta de la Epifanía.
  2. m. Regalo que se da en cualquier ocasión.
  3. m. Villancico de Navidad.
  4. m. Planta tropical silvestre de la familia de las convolvuláceas, muy común en Cuba y que florece por Pascua de Navidad

Pero, sea el origen que sea, lo que cuenta es la costumbre y en lo que ha quedado. Ni barrenderos, ni lecheros. Ni ningún otro oficio va ya de piso en piso solicitando el aguinaldo. Queda la palabra -preciosa por cierto- y en algunos museos e instituciones -la BNE, por ejemplo, tiene un servicio de felicitación- las colecciones de estas preciosas tarjetas. Por si no las recordáis -¡nosotros, sí!- aquí va nuestra selección:

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

(Tarjetas: BNE; Pinterest; Taringa.net; procoleccionismo.blogspot.com.es; lasprovincias.es)

COMPARTE

Post relacionados

2 comentarios en “Aguinaldo: una costumbre olvidada”

  1. Pingback: Aguinaldo: una costumbre olvidada - @protocolovista - Protocol Bloggers Point

  2. Pingback: Resumen de la semana: te invito a sombrero - Protocolo a la vista

Los comentarios están cerrados.

Scroll al inicio