British Manners in the House
A estas alturas todos sabemos ya que el Premier británico Boris Johnson ha cerrado el Parlamento. Como sus señorías están ausentes del edificio nos hemos colado nosotros dentro. Nos picaba la curiosidad. Con la cantidad de fotos e imágenes de Westminster que han mostrados los medios estas semanas, raro era que alguna no nos llamara la atención. Especialmente tentador nos han parecido las buenas formas -que no tienen nada que ver con el aparente escándalo de gritos y comentarios en los debates- de los miembros de la Cámara de los Comunes. Y algo hemos encontrado….¡vamos con ello!
Rules of behaviour and courtesies in the House
Resulta que en el Parlamento hay unas normas: de comportamiento y cortesía. ¡Cómo no iba a haberlas en un sitio tan solemne! Si los británicos han mantenido el ceremonial en sus instituciones a lo largo de los siglos, y a pesar de los muchos cambios que se han sucedido en el tiempo, era casi de cajón que algo hubiera en la Casa o the House, como se refieren a ella sus miembros y el personal que allí trabaja. La edición publicada es de diciembre de 2015 y es obra del Speaker -¡ayyyy, ese order, order!- y sus vice portavoces. Por supuesto está en la web. Pero por si no os apetece entrar y buscarlo, le echamos nosotros un vistazo y os lo contamos.
Lo componen 39 puntos que abarcan cuestiones relativas a la forma de participar en los debates, la forma de dirigirse a la presidencia, los tipos de debates, el tiempo, las preguntas urgentes, los niveles de participación, el lenguaje, la indumentaria, la cortesía en general y la debida a otros miembros o al personal de la Casa. Corto para ser un reglamento de aplicación en lugar tan singular, pero exacto y preciso. Británico.
No es cuestión de ir uno a uno por los 39 puntos, pero si vamos a señalar los que más nos gustan. Básicamente porque -nos parece- que reflejan esas elegantes buenas maneras, o buena educación- tan británica: Good Manners.
Participar en los debates
Si se desea participar en algún debate hay que solicitarlo por escrito. En el punto 10 se explica la la forma de dirigirse a la presidencia: «You» means the Chair. Por lo que otros miembros de la Cámara serán «honorable miembro», «honorable amigo» -estos son los del mismo partido, y no lo decimos nosotros…¡lo dice la norma!- u «honorable miembro de la oposición«.
Pero, si no se ha escrito y se quiere intervenir, aun queda una manera de lograrlo: llamar la atención del Speaker… Es una posibilidad, evidentemente, aunque hay que tener claro que la preferencia la tienen los que han cumplido. Con este trámite oficial, se acepta la obligación de ir a la Cámara, de estar presente al inicio del debate y de permanecer en la sala la mayor parte de su duración. Teniendo en cuenta que se trata de un «intercambio de puntos de vista» lo lógico es escuchar a los demás para poder opinar. Y además, permanecer al menos durante las dos o tres intervenciones posteriores a la propia. Por prudencia. Los miembros que no observen esta cortesía hacia los demás pueden incluso no tener prioridad alguna para participar en otro debate.
El tiempo, aunque puede limitarse, depende del fragor del debate y por tanto, es imposible advertir a sus señorías de cuándo van a poder intervenir. Por ello, la brevedad es recomendable. Eso garantiza que si no da tiempo a hablar un día, al siguiente se sea de los primeros….Eso si, hay que estar sentado en alguno de los sitios dentro del espacio oficial de la sala, marcado en el suelo con una raya. ¡El Speaker no llama a quien no ocupe formalmente el escaño! Hay que recordar que no es como en nuestro Congreso -o en otros muchos-: aquí no hay asientos para todos.
¡Esa boquita!
Si se cuidan las formas…..¡el lenguaje se mima! Así, la norma 20 empieza recordando el consejo de Erskine May* para la práctica parlamentaria:
«good temper and moderation are the characteristics of parliamentary language».
Aunque no existe una «lista negra» de palabrotas e insultos inadecuados, el Speaker podrá obligar a retirar inmediatamente cualquier expresión que considere inapropiada y podrá desaprobar comentarios personales sobre otros miembros. El que todos ellos gocen del privilegio de debatir y hablar con total libertad -es decir, que no puedan ser sancionados ni civil, ni penalmente por expresarse- no significa que no tengan que cuidar el lenguaje. Se apela a su responsabilidad por el interés público.
Vestirse apropiadamente
A la indumentaria se reservan los puntos 23 a 25. Como se explica para el lenguaje, la indumentario es también una muestra del respecto que a cada uno le merece la Casa. No hay una etiqueta determinada, ni requerida ni obligatoria. Pero si se considera «conveniente» el traje y corbata para ellos y su equivalente -en lo relativo al nivel de formalidad- para ellas.
No son de recibo ni insignias ostentosas, ni, por supuesto, proclamas en la solapa o chapas de marcas en el pecho. Es tradición de la Cámara no lucir en sus dependencias medallas, abalorios o, incluso, uniformes. Incumplir este código no escrito puede conllevar la no participación en debate alguno. La presidencia no les invitará a intervenir. Y si se persiste en la actitud o se insiste en ir inapropiadamente vestido, se puede llegar incluso a ser rechazado.
Gestos de cortesía
Al entrar en la Cámara, por lo menos, por los menos, hay que saludar: con una pequeña inclinación de cabeza vale. Es un gesto de respeto que no cuesta. De la misma manera, cuando el Speaker está escuchando al miembro al que se haya concedido la palabra, no debe uno ponerse en plena línea de visión entre ambos. Está tan feo como ponerse a leer el periódico o un libro.
Está permitido el uso de aparatos electrónicos pero sólo si no molestan y se utilizan con decoro. Deben permanecer sin sonido y por tanto, no se puede responder a llamadas. Por supuesto, no se puede grabar imagen o sonido. Ni fotos. Distraen. Y hay que poner atención. Por ello el uso de iPads o de portátiles debe quedar restringido al apoyo necesario para la participación en el debate. Mejor llevar los papeles en la mano, porque también están mal vistas las carteras grandes. Comer o beber … tampoco. Aunque se va aceptando lo del agua.
Con las cámaras de televisión dentro de la sala ha habido también que regular algunos aspectos. Por ejemplo. Al dirigirse al Speaker hay que mirarle a la cara…¡aunque salir en la tele guste mucho! Están allí para informar de lo que se cuece, no a mayor gloria de algún miembro. Y no mirar a los ojos a la persona con la que se habla o volver la cabeza, es lo mismo que dejar que las palabras se pierdan o se las lleve el viento..
In the House trabajan muchas personas.Todas ellas cumplen con sus obligaciones para que funcione como un reloj. Por tanto, a todas, se les debe tratar con toda dignidad, cortesía y respeto. Desde julio de 2014 hay protocolo anti bullying y se cuenta con policía para situaciones que el personal considere que no pueden resolver por sí mismos.
*primer barón Farnborough y secretario de la Cámara de los Comunes entre 1871 y 1886
(Fotos: espacio oficial; Barón Farnborough; Theresa May; portada; Boris Johnson;