
Carta que nadie contesta, protocolo que a nadie interesa
Carta que nadie contesta, protocolo que a nadie interesa
A mediados del mes de diciembre la revista Harpers Bazaar, en su edición digital, publicó un artículo sobre el protocolo y los Duques de Cambridge. El titular donde se incluía la tan traída y llevada expresión «romper el protocolo», pone de guardia a cualquier profesional o estudioso de esta disciplina. Pero, aun así, sin leerlo no se puede opinar. Hecho el ejercicio y confirmados los temores, comentamos entre un grupo de compañeros la necesidad de escribir a la redacción una carta advirtiéndoles de que lo que allí se describía como protocolo, en realidad, no lo era.
Redactamos la carta, la firmamos y la remitimos el 18 de diciembre al correo electrónico de Amaya Ascunce la directora de la web, según datos de la propia web. Hasta hoy, sin respuesta. Pero, como somos peleones y no nos cansamos de poner algunos conceptos al día y en orden, hemos decidido que queremos compartir esta experiencia con nuestros seguidores. Tacita a tacita…
Carta a Harpers Bazaar
Estimados señores:
Como profesionales de protocolo hemos leído con atención el artículo Kate Middleton y el príncipe William también rompen el protocolo, y esta es la prueba, que han publicado en la sección de cultura de su edición digital. Nos gusta estar al día de lo que se escribe sobre esta materia en periódicos y revistas. No sólo de manuales, guías y sesudos libros sobre la materia vive un protocolero.
Normalmente se nos ponen los pelos de punta cuando leemos la tan habitual expresión de “romper el protocolo” porque, lo sentimos, pero el protocolo no se rompe. Tampoco se salta. No es disciplina olímpica. Como mucho se incumple. Porque el protocolo, hoy, y en eso están de acuerdo los expertos en la materia, son una serie de leyes, reales decretos, reglamentos y normativas que se aplican en los actos.
Pero, evidentemente, si ustedes tenían la prueba que demostraba que los Duques de Cambridge lo habían hecho, no había más remedio que leerse todo el artículo para ver cómo habían conseguido ustedes dicha prueba. ¡La investigación en protocolo está muy necesitada de estudiosos que buceen en sus orígenes e historia! La universidad, seguro, se lo iba a agradecer mucho.
Lamentablemente, la prueba que nos presentan no tiene rigor alguno. Los cinco puntos en los que se basan no tienen nada que ver con el protocolo. En todo caso con costumbres o educación social. ¿Los repasamos?
1. Cuidan y educan personalmente a sus hijos
La educación social, las buenas maneras, las formas sociales y los usos en sociedad no son materia de protocolo. A convivir, vivir en sociedad y saber comportarse se enseña en casa. Y la enseñanza reglada es obligatoria. No hay normativa, ley o reglamento que ordene a padre alguno, sea rey o ciudadano de a pie, a no educar, ni cuidar de sus hijos. Simplemente cumplen con sus obligaciones como padres.
3. Viven fuera de Londres
Cada familia vive donde le permiten sus ingresos. Por mucho que Kensigton sea la titular debida a su cargo, no existe norma alguna que obligue a que lo hagan allí “como dicta el protocolo”.
4. Kate no es aristócrata
¡La monarquía ya no es lo que era! Ha perdido mucho, eso si. Tanto como para que las reinas y princesas herederas de media Europa sean periodistas, licenciadas en derecho y comercio, logopedas, economista, licenciadas en ciencias políticas o expertas en gestión ejecutiva. Eso al margen de que el sistema político británico sea una monarquía parlamentaria y que las funciones de sus reyes ya no sean ejecutivas.
5. Se quieren, y lo muestran a los demás
Hemos buscado en libros y manuales alguna norma que prohíba expresamente a los reyes no quererse y además no mostrarlo. No hay. La costumbre de no expresar los sentimientos en público quedó ya para otras épocas en que se veían mal las demostraciones públicas de cariño: allí y aquí. Y en general en la sociedad. Pero ésta, como otras muchas costumbres, también ha evolucionado. Ahora, quererse y demostrarlo, es trendy. Los manuales de urbanidad para niños del siglo pasado han pasado a la historia. Y son eso: manuales de urbanidad. No de protocolo.
6. El reciclaje como tendencia
Cierto es que “los de protocolo” sabemos que el esmoquin es una prenda de fiesta de noche y que el frac es la máxima etiqueta masculina, pero les prometemos que en nuestro libro no venía nada sobre no reciclar ropa. Lo hace la duquesa y lo hacen miles de personas más. Al fin y al cabo es una mujer como las demás y trata, como todos, de sacarle rendimiento a las inversiones. Nos extrañaría leer que se ha presentado a una cena de gala con la reina vestida con vaqueros, pues incumplir la etiqueta no entra dentro de lo probable, pero que se ponga el mismo vestido en dos ocasiones distintas…¡ni rompe, ni salta nada!
Aunque esté muy extendida la creencia de que el protocolo es sinónimo de urbanidad, y los protocoleros los expertos en pamelas y en palas de pescado, saludos a los reyes y mesas de navidad, hoy es una disciplina que se estudia en la universidad. Los alumnos se forman en muchas materias pero la educación social la deben llevar puesta de casa. Ellos y todos los demás. En clase se aprende derecho premial, instituciones del estado, técnicas de organización de actos, organización política y territorial del estado, organismos internacionales, historia o idiomas entre otras muchas. Ejercerán su profesión bien formados, como lo hacen otros muchos profesionales. Y como lo hacemos a diario todos los que firmamos esta carta. Es nuestra obligación defender nuestra profesión y artículos como éste nos dejan a la altura del betún.
Si, sabemos que los titulares con la palabra protocolo tienen buena venta. Pero esto no es protocolo. Y para que conste nuestra protesta, lo firmamos:
María de la Serna
Profesora universitaria y socia de GMS Protocolo y Eventos
María Gómez Requejo
Profesora universitaria y socia de GMS Protocolo y Eventos
Diana Rubio
Doctora en comunicación, consultora y docente en protocolo y eventos
Beatriz Freixas
Técnico de Protocolo del Ayuntamiento de Zaragoza
Belén Egea
Técnico de Relaciones Institucionales y responsable de Protocolarte
Pilar Sánchez Dalac
Socia fundadora de El Taller de Protocolo
Fernando Ares
Máster en Protocolo y Relaciones Institucionales
Carmen Gómez Miranda
Titulado Superior en Protocolo y RR.II.
Itziar de la Serna
GMS, Protocolo y Eventos
Julia Alonso,
JA! Protocolo, eventos y comunicación
Margarita Martínez Menchó,
Docente y consultora en imagen y protocolo
Yolanda Amatriaín
Periodista y protocolera
Marta Doménech
Graduada en protocolo por la UCJC y docente en protocolo
PD: hablando de saltar…¡se han saltado el punto 2 en su artículo!
(Las dos fotos que reproducimos son del artículo mencionado)