Con criterio

Con criterio

Nos habréis oído decir, y lo hemos escrito muchas veces, que en protocolo la palabra criterio o los criterios de ordenación salen mucho a pasear. Pero hemos repasados las entradas sobre organización de actos y no tenemos muy claro si hemos sabido explicar a qué nos referimos con ella.  Así que hemos decidido dedicar la entrada de hoy a los criterios…. ¡está en boca de todos precisamente por el criterio aplicado en la ordenación de asistentes al funeral de l reina Isabel II! No ha gustado a muchos expertos de los que han poblado las redes estos días … ¡qué le vamos a hacer!

Diferentes criterios

Evidentemente podemos tirar de diccionario y mirar qué significa:

Del lat. tardío criterĭum, y este del gr. κριτήριον kritḗrion, der. de κρίνειν krínein ‘juzgar’.

1. m. Norma para conocer la verdad.

2. m. Juicio o discernimiento.

Nos gusta lo de conocer la verdad, porque aunque alguno no lo crea, en protocolo es complejo conocer la verdad. Pero nos vamos a quedar con discernimiento, que siguiendo también las enseñanzas del diccionario de la RAE:

Del lat. discernĕre.

1. tr. Distinguir algo de otra cosaseñalando la diferencia que hay entre ellasComúnmente se refiere a operaciones del ánimo.

2. tr. Conceder u otorgar un cargodistinción u honor.

Pues de señalar diferencias, distinciones u honores es de lo que va aplicar un criterio de ordenación en protocolo.

Organizar con criterio

Aunque también se pueda aplicar criterio por cordura, a lo que nos referimos con la palabra criterio cuando diseñamos un acto, es a la forma de organizar a los asistentes a dicho acto. Si vamos a meter a un montón de gente en un espacio y queremos representar allí el valor que les damos, o si queremos reproducir un esquema o jerarquía, tendremos que decidir de que forma mostramos la diferencia entre unas y otras personas. Si, todos somos iguales. Pero no tenemos el mismo rango en una organización empresarial, en una institución, en una clase, en nuestra familia…  Para eso utilizamos un criterio.

No hay uno: hay muchos y son parte de esas herramientas que el protocolo pone a nuestra disposición para ajustar cada acto a sus necesidades reales. Un mismo acto se puede organizar eligiendo entre diferentes criterios cuál aplicar. Pero el resultado -la forma en que lo hayamos puesto en escena- será distinto. El organizador de actos tendrá que decidir, valorando unos y otros, cuál aplicar: los hay de obligado cumplimiento -el RD 2099/83- y los hay «a  convenir» -altos y bajos-.

Por ejemplo: niños o estudiantes en una clase. Imaginemos un aula. Los podemos ordenar por orden alfabético de sus apellido; por sexo; por meses de nacimiento… cuando terminemos, la imagen resultante después de haber aplicado uno u otro criterio será muy diferente.

Ejemplos con criterio

Nada mejor que ver ejemplos reales. Y dado que como ya hemos comentado, nosotros hemos hablado de criterios en muchas entradas, aquí van algunos ejemplos para recordar:

En El desayuno informativo de cada día publicado en febrero de 2022, hablamos de criterios de ordenación en los desayunos informativos:

Así, pues, los criterios son otros.  Son los del anfitrión y por tanto, dependen de la entidad organizadora. Serán informativos, si es una agencia de noticias, por ejemplo. Pero si es un medio de comunicación especializado, su objetivo estará en empresas o lectores; patrocinadores o socios. Eso nos lleva a que cada uno de estos comedores tendrá las particularidades propias que le confiere cada anfitrión.

En Mujer y protocolo, publicado en marzo de 2018, hablamos de criterios de ordenación cuando de mujeres se trata:

Si el acto es oficial, se olvida uno de la alternancia de sexos y se aplica la precedencia que corresponda al acto: si una mujer ocupa el extremo en función de su cargo, no se cambia. Prima el cargo sobre su condición femenina.

En Las Comunidades de la mesa redonda, publicado en noviembre de 2018, vimos el criterio de ordenación de las Comunidades Autónomas:

Evidentemente, el criterio de ordenación es el del orden de las Comunidades Autónomas: la antigüedad en la fecha de publicación del Estatuto de Autonomía, que es el que sirve para ordenar presidentes (por ejemplo cuando se reúne la conferencia de presidentes autonómicos en el Senado) o banderas*.

En Protocolo y buen Gobierno, publicado en marzo de 2018, ordenamos un acto político:

Si bien esa primera fila está más que claro que es la «principal» del acto, hay otras tres primeras filas que también hay que tener en cuenta, porque rodean al escenario por todos los lados. La de detrás del orador y las dos a izquierda y derecha. Aplicando técnicas de protocolo, tras la primera fila frente al orador, las segundas en «importancia» serían las dos de su derecha; después, las dos de su izquierda y por último, las situadas detrás de él.

Es decir, cada organizador aplicará el criterio que o bien sea de obligado cumplimiento, o bien aquel que por tradición se aplique en un determinado tipo de actos o, en definitiva el que le convenga. Eso si: lo tiene que saber defender y por tanto, lo tiene que saber argumentar. Porque, como hemos dicho ya, a otro organizador de actos, le puede parecer que otro criterio sería mejor…y esto es protocolo, no una ciencia exacta.


Los Reyes de España en el funeral por la reina Isabel II / Gtres

Si a nuestros reyes les han sentado juntos es porque el criterio aplicado por el departamento de protocolo británico -casas reales ordenadas por la antigüedad en el cargo de su cabeza de delegación- ha dado como resultado esa imagen. Y no van a ir preguntando a unos y otros si les parece bien o mal, si les conviene o no: es su acto y es su criterio. Si hubiesen aplicado otro criterio -edad, alfabético de las casas reales, reinas y reyes, guapos y guapas- la imagen resultante sería diferente. Si. Pero tan válida como cualquier otra.