¡No me gusta que a los toros te pongas la minifalda…!
..¡y menos si vamos de boda y eres hombre! No, no es un despiste. Hemos estado echando una manita en una boda en la que una buena parte de los invitados eran escoceses. Dos hermanas de la novia estaban casadas con dos escoceses que llegaron de diferentes ciudades escocesas acompañadas de maridos, hijos y varios amigos comunes de las hermanas. Y ¡sorpresa! todos ellos vistieron sus kilts, ¡como manda la etiqueta de este tipo de ceremonias!
Curiosos como somos y técnicos en protocolo como presumimos de ser, nos plantamos delante con un lápiz y un papel dispuestos a aprender todo lo que pudieran explicarnos sobre la indumentaria. Y fue tanto, que ni espacio hay en el blog para contarlo.
¡Pero, algunas curiosidades sí caben!
La “minifalda” es de uso habitual
Para empezar, y que nos quede claro a todos, para los escoceses es un atuendo: no un traje tradicional, ni regional. Es de uso habitual y en todas las circunstancias. Como lo sería el traje de caballero en nuestras latitudes.
Los caballeros lucieron su kilt con una chaqueta corta. Es la que completa el atuendo cuando la ocasión es formal o de noche. El tejido debe ser suave, de color negro y con los botones de plata. Se acompaña de chaleco a juego y cinturón de noche, aunque puede llevarse uno negro.
Los escoceses no usan chaqueta habitualmente: el kilt se puede lucir con camisa, suéter , camiseta o incluso con el torso desnudo si se viste para hacer algún tipo de trabajo duro. De todas maneras existen dos tipos de chaquetas: la formal y la de sport, que es una americana normal y corriente, evidentemente de tejido tipo cheviot, lana, espiguilla o similar. La chaqueta de vestir tiene dos versiones: con botones negros -sin chaleco- para uso diario o trabajo y la de botones plateados para las ocasiones formales.
No se abotona salvo que se cubra con abrigo o capa.
También llevan cinturón con hebilla de plata. Los hay lisos y los hay con piedras semipreciosas. Y chaleco: y con esta pareja la discusión es si “a más cinturón, menos chaleco” o al revés. Si se usan los dos a la vez, el chaleco no debe asomar por debajo del cinturón. pero cuando se luce con chaqueta deportiva, el cinturón será más estrecho y la hebilla, de cobre.
La camisa blanca debería llevar, para ser considerada formal, lazo -jabot- y puños para gemelos. pero nuestros escoceses las llevaban blancas lisas -alguno con doble tapeta y botonadura escondida- y unos con corbata y otros para pajarita. Por lo que nos contaron, entre los puristas y los modernos no se ponen de acuerdo en cómo deberían lucirse estas prendas.
Como ni el kilt ni la chaqueta tienen bolsillo, los hombres llevan una pequeña bolsita -de cuero, de pelo, combinada con piezas de plata- atada a una cadena y sujeta alrededor de la cintura. Se coloca de forma que quede delante y en el centro. Recibe el nombre de sporran.
Los zapatos deben ser negros, aunque aquí, como en otros detalles tampoco se pone de acuerdo: unos dicen que los marrones también valen y los otros se echan las manos a la cabeza. Los que llevaron estos caballeros, de cuero negro y con cordones con los que se cierran y se sujetan al tobillo, son los más típicos y se llaman gillie shoes, y los hay en versión uso diario -cuero negro-, versión uso de noche -con dibujo en el cuero- o con suela especial para bailar.
El tejido de la “minifalda”
Hablamos también del tartán el tejido de cuadros escoceses que distingue a unos clanes de otros. Aunque según nos explicaron, esto no es del todo cierto, y que fue en la época de Sir Walter Scott cuando se extendió la idea de darle a cada combinación de color y cuadros el nombre de un clan. Supimos también que el atuendo se complementa con bonete -tipo Glengarry o tipo Balmoral-, que el largo del kilt es justo la rodilla y que entre el borde de la tela y el del calcetín no se puede ver más allá de medio dedo de pierna; que los calcetines llevan unos lazos o unas borlas en la vuelta; algunos incluso un pequeño puñal; que contra el frío no hay nada mejor que la capa –Inverness cape-; que se lleva un bastón para caminar por los montes –cromach– y que hay modelos para todas las ocasiones. Y por supuesto, les hicimos la pregunta inevitable: ¿Qué llevan debajo del kilt?
“I´m a man o´few words, Madam; gi´e me your hand”.
Hoy nos ha llegado, de su parte, una estupenda guía para saciar nuestra curiosidad. ¡Debían de estar hartos de tantas preguntas como hicimos! Explica de forma bastante amena cómo se llama cada prenda, qué se luce en qué ocasión, la historia del tartán e incluso enseña como hacer de forma barata y sencilla, lazos, borlas, sporrachs…