Parir una placa

2 octubre 2015

Parir una placa

Hemos visto en este blog que “inaugurar” es actividad muy querida de nuestras autoridades. Especialmente cuando hay elecciones en lontananza. Como cualquier otro acto que tengamos que organizar, tiene sus líneas básicas sobre las que montar el “espectáculo” que se estime necesario y procedente en cada caso. El marco no varía, pero los detalles marcan la diferencia. No vamos a dedicarle ni una línea en el post de hoy a formas y maneras más o menos originales de diseñar el acto.

Nos vamos a fijar en una pieza, relativamente pequeña, pero de un peso específico muuuuy alto: la placa. No hay centímetros cuadrados que den tanta guerra como éstos: texto, logotipos, material o diseño dan para muchas discusiones, muchas idas y venida de correos y muchos quebraderos de cabeza.

¿Hay “reglas”? No. Salvo las de la pura lógica o sentido común:
-el logotipo: el auténtico, aprobado por la institución que “inaugura”: no es momento de diseños fantasiosos, ni formas o colores que no sean los propios;
-el texto: sencillo y claro. Aunque gusta mucho la frase florida, haybque tratar de ajustarse al hecho;
-la ortografía. ¡sin errores! Los acentos cuentan
-el hecho: no confundir lo que se va a inaugurar (sinónimos, no) y comprobar fechas y lugares.

¡Que rectificar después no es que sea difícil, es que nos pone en la picota!