La apertura del corona-año judicial

La apertura del corona-año judicial

Como todos los años, a principios de septiembre se inaugura el año judicial. Es una ceremonia de la que ya hemos dado cuenta en el blog varias veces, pues tiene la misma estructura que se repite año tras año: en 2013 vimos el desarrollo y la etiqueta judicial.  En 2015, lo volvimos a comentar al haber cambios debido a la operación de cadera del entonces Rey, Juan Carlos I, que no pudo inaugurarlo. Y en 2017 repasamos que se hubiera cumplido el guion habitual y buscamos las diferencias. Incluso hemos publicado una entrada sobre el collar que lucen el Rey y el presidente del CGPJ para la ocasión.

Este año, partiendo de la base de que la estructura del acto no cambia, lo más señalado es el efecto que el corona virus tiene sobre la organización de actos, incluidos los institucionales. ¿Algunos cambios más? Vamos a ello.

La corona-llegada

Como es de rigor, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial recibe al Rey en la puerta del Palacio de Justicia. ¡Primer escollo COVID! Y para verlo mejor, comparemos:

 

Mascarilla obligatoria y nada de darse la mano. Advertidos estaban.

Juntos acceden al vestíbulo, donde el Rey saluda a los miembros de la Sala de Gobierno. Segundo escollo COVID: no saludarse y mantener distancias.

(2014)

  (2020)

Los corona-saludos

Después, y al menos habitualmente, suben al Salón Rotonda, por la escalinata principal y allí saluda al presidente del Tribunal Constitucional, al Ministro de Justicia, al Fiscal General del Estado,  y a los vocales del CGPJ, aunque no todos los años son los mismos altos cargos.  Por algún motivo que no conocemos -y que no parece ser sanitario-, este año ha habido novedades:

            Traslado de Su Majestad el Rey, acompañado por el Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, a la Sala de Banderas (2ª planta, por la Escalera de Honor y entrada de la Sala que da al Patio de los Naranjos).Saludo al Jefe del Estado por parte de las autoridades civiles, y judiciales no togadas (todas con mascarilla), con un leve gesto o ligera inclinación de cabeza, saludo que es correspondido por Su Majestad el Rey.

Entre estas autoridades civiles y judiciales no togadas: la presidenta de la Comunidad de Madrid, el jefe de la Oposición, el alcalde de la capital, el Defensor del Pueblo, el Delegado del Gobierno…

Fue después de este primer saludo cuando ya sí accedió a la Sala Rotonda acompañado por el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, a saludar a las presidentas del Congreso de los Diputados y del Senado;  al presidente del Tribunal Constitucional, a la vicepresidenta primera y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, al Ministro de Justicia, a la Fiscal General del Estado y a los miembros del Consejo General del Poder Judicial que ostentaban la representación del Pleno del órgano constitucional. Después saludaría a los ex presidentes del Tribunal Supremo y del CGPJ.

Alguna explicación habrá al hecho de retrasar el saludo a las autoridades del Estado -Congreso, Senado, Ministro…- y adelantar el de las instituciones madrileñas con el jefe de la Oposición entre ellas. Pues, salvo que al haberse eliminado el saludo posterior al acto en la Sala Rotonda a quien quisiera acercarse  y el ágape posterior, que permitiese socializar, se pensase que no habría otra forma de saludarles. Y aun así,  podría haberse invertido el orden: primero el Estado y luego los demás. ¡Seguro que algún sesudo colega protocolero sabe explicarnos la razón! Estaremos pendientes de sus análisis.

Otros corona-detalles de la jornada

Tras estos prolegómenos, se inicia el acto. Antes de pasar al Salón de Plenos, el Rey se pone la toga sobre el frac y el Gran Collar de la Justicia. Y en eso no podemos reseñar novedades: es la etiqueta que requiere el acto. Para el resto de invitados y autoridades -no togadas- la etiqueta es diferente:

 

 

Vestidos y apañados, se inicia el acto con el siguiente desarrollo:

 

La distancia a mantener por seguridad, también en la mesa presidencial, nos lleva al tercer escollo COVID: volvemos a comparar 2018 con 2020.

  

La distancia se impone. ¡Que no sea porque no se esfuerzan!

Y para cerrar el post, una última comparación. ¡La distancia entre los invitados! Seguro que este año han pasado menos calor, pues aunque el aire acondicionado siempre esté a tope, hay mucha humanidad en la sala.

 

 

 

 

 

(Fotos: saludo recibimiento 2017 y 2020; con Junta de Gobierno 2014 y 2020; y corrillo; presidenta de la Comunidad de Madrid; mesa presidencial 2018 y 2020; asistentes en la sala; portada)