Que no falte el resumen de los lunes

No puede faltar…. es nuestra manera de iniciar una nueva semana de trabajo y una forma de saludar a nuestros seguidores, que -¡con suerte!- nos esperan al otro lado de la pantalla. A nosotros nos ayuda, además, y ya lo hemos dicho más veces, a pulsar el interés de quienes nos leen y, de paso, a alegrarnos -¡¡muchísimas veces!!- con las sorpresas que nos dan las estadísticas. Veamos, pues, que nos trae este resumen de lunes.

Los números de los lunes

Dicen las columnas azules del gráfico de las estadística que la semana ha sido, digamos, que plana: nos hemos movido entre el mínimo de las 542 visitas del viernes y el tope alto de 650 que fueron las registradas el martes pasado. Y alrededor de 400 a lo largo de los dos días del fin de semana. Es decir, semana tranquila. Las cajas rojas de los monarcas y los ministros británicos han sido las máximas contribuyentes a los números semanales pero no las únicas. Si repasamos los post ya publicados anteriormente, han aportado bastante a estas cifras tanto el fin de año judío –Rosh Hashanah– como su Día del Perdón –Yom Kippur-. Es bastante lógico: el primero se ha celebrado entre el 25 y el 27 de septiembre; el segundo se celebrará entre el 4 y el 5 de octubre. Y ya hemos comprobado, semana a semana, que se consultan al blog acontecimientos o actos que se celebren en los días o semanas cercanas.

No podemos dejar de mencionar otra entrada que ha subido como la espuma esta semana: los tratamientos en el poder judicial. Evidentemente, la actualidad  manda -¡lo dicho!- y con esto de la renovación del Consejo General del Poder Judicial que está en todos los medios, era una consulta bastante obvia. Aunque el post que dedicamos en su día al CGPJ no esté entre los más leídos: ¡ya nos lo sabemos!

Desde el lunes pasado

Aunque sea un horror, es evidente que la escenificación de la anexión de los territorios ucranianos en el Kremlin es, desde el punto de vista del protocolo, lo más relevante. Para explicar la importancia del protocolo para escenificar poder, hemos recurrido a Rusia en varias ocasiones. Lo hicimos por primera vez en ¡diciembre de 2013! en el post El protocolo al servicio del poder. Y lo volvimos a hacer cuando Putin juró su cargo en mayo de 2018. No son los únicos, porque cuando los viernes en vez de sonrisas de despedida, hacíamos un comentario protocolario, también subimos alguna foto de las espectaculares puestas en escena en el Palacio del Kremlin.

Hemos escogido dos fotos del  salón de San Jorge donde tuvo lugar la firma. Son estupendas para ver el entramado de ese escenario: nada es casual entre esas cuatro paredes: un atril bien en el centro para la intervención del presidente, las mesas para la firma bien separadas para hacer notar quién es quien manda, las banderas tras cada representante, para que no haya dudas de quién firma…

Para ver la ceremonia con el despliegue absoluto de pompa y boato, vale este enlace -aunque recoja también toda la intervención del presidente Putin-: desde la entrada a la sala -esas grandes puertas doradas que abren dos uniformados como dos autómatas-; el saludo militar, con la mano en la sien, pero la mirada hacia el presidente; los asistentes sentados en sus sitios que se ponen en pie al unísono al entrar el presidente;  la firma primero por parte de Putin de cada acuerdo -uno tras otro- mientras el resto de firmantes espera sentado; la entrega de la carpeta de la auxiliar al soldado que la lleva, a paso marcial, a que firme el correspondiente presidente anexionado y se queda detrás señalando el puesto de quien firma…¡es una coreografía precisa, medida, estudiada y ensayada hasta la saciedad!

No vale con firmar: vale escenificar la firma, con cadencia, ritmo y relato. Y para eso lo mejor -¡y ahí está la muestra!- es utilizar todas las herramientas que ofrece el protocolo.

Buena semana a todos,

(Fotos: sala de la firma; Putin firmando)