De cara a la Navidad

De cara a la Navidad

Hemos llegado al último miércoles del año. Como os comentamos en nuestro post del lunes, a partir de este viernes –en el que no faltará la sonrisa de despedida– nos tomaremos unos días de descanso hasta enero.

Hemos barajado varios posible asuntos que podíamos tratar hoy, pero al final los hemos dejado para otro momento. Estamos a una semana de Nochebuena y de Navidad y lo evidente es dedicar a estas celebraciones la entrada de hoy. Así que se nos ha ocurrido preparar una especie de resumen de lo que se tercia para estas fiestas. No: no es protocolo. Es educación social, que siendo parte de la disciplina, no es sin embargo, la parte más amplia.

 

Celebraciones, tradiciones y costumbres de Navidad

Casi cada país, casi cada pueblo celebra a su manera estas festividades. Son, básicamente, un encadenamiento de tradiciones culturales con el origen en las celebraciones de los pueblos antiguos de los cambios de estaciones mezclados o imbricados con las diferentes creencias religiosas que a cada uno le ayudaban a explicarse los diferentes fenómenos de la naturaleza. Así, pues, este post sería eterno si fuésemos confesión por confesión explicando qué celebra cada una en estos días.

Si a ello le sumamos la evolución de la sociedad a posiciones más consumistas y de ocio, tendremos una paleta casi infinita con la que entretenernos. En España tradiciones que nos acompañan hay muchas: desde la lotería -sin la musiquilla de los niños del Colegio de San Ildefonso pocos entran en ambiente-, a las uvas de fin de año. Contemos: misa del Gallo en Nochebuena, previa cena más que abundante; comida de Navidad en familia (lo que obliga a repartirse entre los propios y los políticos); las uvas de Nochevieja con el cava y el cotillón; la comida del primer día de enero y los Reyes Magos, el Olentzero o el Tió de Nadal con los regalos para los niños. Son los puntales alrededor de los que giramos estos días acompañados de nacimientos, turrones, polvorones, mantecados, cordiales, roscos de vino, mazapanes, peladillas, christmas, villancicos, zambombas, panderetas, mercadillos, aguinaldos (aunque se esté perdiendo la costumbre), bromas de los Santos Inocentes o cabalgatas.

En otros países, otras costumbres. Os hemos contado varias muy conocidas en Europa y EEUU: San Nicolássí, ese que viene de España-; la celebración de los domingos de Adviento; los calendarios; el duende que se cuela en los estantes… Hemos visto que por más o menos estas mismas fechas, los judíos celebran Hanukkah o Fiesta de las Luces o que los ortodoxos esperan a que entre el año para celebrar la Navidad.

 

La mesa de la Navidad

Con tantas comidas por delante, en las casas se cuida que luzca el trabajo de la cocina presentándolo en mesas especialmente preparadas para la ocasión. Desempolvamos vajillas, cuberterías y cristalerías de lujo -de esas que no se utilizan más que en las grandes ocasiones- y planchamos el maldito mantel que da mucha guerra. No falta la decoración especial navideña: entre bolas, lazos y plantas de la flor de Pascua anda el juego. Un día es un día, aunque dé más trabajo y aunque haya que correr mucho para tenerlo preparado tanto para cenar el 24 como para comer el 25. De cómo se monta una mesa, de su decoración y de los centros de flores os hemos subido también varios post a lo largo de los años. Podéis consultarlas: elementos y decoración de la mesa (II) y primera parte; servir la mesa; servir el vino; )

¡Conviene recordar, sin embargo, que lo importante es disfrutar de la comida y de las personas! No nos podemos obsesionar con la mesa.

 

Etiqueta en Navidad

Vestirse de fiesta para la fiesta es de las pocas ocasiones en las que no hace falta recordar que lo que nos ponemos refleja la importancia que le otorgamos a lo que vamos a vivir. ¡Es lo mismo que cuando se trata de bodas! Todos saben que va a ser algo especial.

Es evidente que nada es obligatorio y que cada uno en su casa sabe lo que se lleva: hay quienes prefieren no cambiar la ropa de diario y hay quien prefiere estirarse y lucir sus mejores galas. Tanto la Nochebuena como la Nochevieja son fiestas de noche. En ambas ocasiones los brillos, dorados y lentejuelas, los tejidos de fantasía, las plumas y los largos son la elección favorita para las mujeres. Por si las dudas, este es el post sobre la etiqueta femenina en el que os contamos qué se entiende como gala en las mujeres.

Para los hombres la pieza estrella –cuando las mujeres se ponen a todo plan- es el esmoquin. Modelos y formas hay a montones. Nosotros os contamos qué piezas lo componen. Alguna gran gala puede que haya, aunque no es frecuente, pero en ese caso, podría ser que necesitásemos saber qué es el frac y qué prendas lo componen. También lo contamos en una entrada: incluido el sombrero de copa.

Para las comidas de Navidad y Año Nuevo la etiqueta sería formal, tanto para ellos, como para ellas. ¿Qué sentido tiene poner esas grandes mesas decoradas y preparar platos especiales para después sentarse en pijama o en chándal a la mesa? No deja de ser una falta de respeto, para quien ha cocinado -previa meditación, compra y elaboración del menú– y ha puesto tanto esmero en preparar una mesa bonita. Eso no quiere decir que si se rebaja el nivel -¡cuántas familias prefieren comer restos de la noche anterior!- por ser lo más cómodo, lo normal es vestirse sin más. Pero lo del chándal o el pijama….¡no es momento!

 

En fin, no queremos alargarnos más. Ya va bastante cargado el post: lleva mucha información porque, sobre todo, ¡esperamos que sea útil.

El viernes volveremos. Para despedirnos.